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11 Mar
11Mar

Desde una cámara de seguridad se ve un baño. Un baño sucio, oscuro y húmedo. Aunque el olor no se puede percibir desde el monitor, es fácilmente imaginable porque las paredes mohosas están tintadas en tonos ocres y las aguas grises corren por los azulejos del piso. Hay dos inodoros, uno fuera de servicio y el otro tiene una gran bola de papel y el agua se derrama por el suelo hasta los pies de una persona. Porque lo más llamativo de la habitación es que hay una persona tirada en medio de ella, acostada sobre la suciedad. No lleva camisa pero sí un par de pantalones. Su torso da sutiles movimientos dando a entender que aún está vivo, pero inconsciente. 

Entonces desde la cámara se ve que despierta. Lo hace con cara de sueño sin comprender nada. Pero lentamente las ideas van conectándose en su cabeza complementadas al mirar a su alrededor. Se le ve despistado y lentamente comienza a sentirse aterrado. No sabe en dónde está ni cómo llegó allí. Se pone en pie y se mira en el espejo manchado. Se ve golpeado. Los moretones cubren casi toda su extensión de piel. Él se palpa. El miedo crece. Rápidamente busca la puerta, incluso en la penumbra la identifica sin problemas. Es de metal y está corroída por el tiempo. 

La empuja con fuerza pero no se abre y más desespera. Más fuerza usa y más se cansa también. Vuelve hacia el centro del baño con las manos en la cabeza, seguramente pensando en lo peor. El terror está en sus ojos. 

Entonces grita. No se sabe que dice, porque la cámara no tiene un micrófono incluido pero suponemos que pide ayuda. Se mueve de un lado a otro y el piso húmedo le hace caer de espaldas. Se pone en pie con ayuda del lavamanos que se rompe en el intento, pero no se viene abajo otra vez, a duras penas conserva el equilibrio. Entonces ve un pequeño respiradero sobre el inodoro. Se sube encima y grita más, saca su mano buscando auxilio pero la porcelana cede bajo su peso y cae al suelo entre aguas grises y papel higiénico. 

Manuel me mira y se ríe.

—¿Cuándo le vamos a decir que hace dos horas llegó borracho?.

—Cuando descubra que para abrir la puerta tiene que tirar y no empujar.

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