Era un monte lejano y misterioso.
Ella vive en un castillo, sobre una pedregosa montaña,
rodeada de bosques. Allí, siempre es otoño.
Ella espera por la noche, mirando desde su ventana.
Espera mis palabras llevadas por la pluma...
Ella me espera, alegre,
pero el papel húmedo me dice que lloró.
Son sus ojos celestes, como dos estrellas caídas del cielo.
Su cara, blanca como las páginas del libro en mi mano.
Para salvar su misterio, debo rendirme ante el secreto.
Ella me acompaña cada noche, yo desearía que fuese real.
La verdad me trae a la alborada… se hace el silencio…
El libro se cierra…