Ya te vas a enterar. Eso me dijo. ¿Lo podés creer? Y desde entonces no me habló más. No sé por qué hizo eso, si yo nunca le hice nada malo. Siempre fuimos amigos. Desde hace mucho. Desde la secundaria. Pero se cortó sola y se fue. Para colmo me dijo “Ya te vas a enterar”. No sabés cuánto me molesta esto porque como amigo siento que merecía una respuesta o una explicación. Siempre la acompañé en todos los momentos de su vida, en las buenas y en las malas. No me puede decir “Ya te vas a enterar” y no volverme a hablar otra vez. ¡Me indigna! Aparte, ¿cuánto tiempo es el “Ya”? Porque suena bastante rápido pero pasaron varios años. Hace más de 10 años que no me volvió a hablar. Yo creo que el “Ya” es algo más actual. No sé, por ahí, un par de meses, pero 10 años no es “ya”.
Sin embargo no podía quedarme con esa respuesta. “Ya te vas a enterar”. La mensajeé para que me dé una explicación, pero me ignoró completamente. No me volvió a hablar, y yo tengo una duda que me carcome por dentro. ¡Esto que siento es terrible! ¡Tengo que enterarme!
Entonces fui a casa de su madre. Es re buena la vieja, siempre me quiso y entre charlas le pregunté si había pasado algo. ¿Sabés que me dijo? “Ya te vas a enterar”. ¡Si! Me dijo lo mismo. ¡Pero señora, ya pasaron más de 10 años! ¿Cuándo me voy a enterar si no es ahora mismo? ¡Dios mío! El “Ya” es “ya” en el presente. Le supliqué a la doña que me diga, te juro que le supliqué, pero me dejó en claro que ya me enteraría. No sé cómo.
Desde entonces, cada noche sueño con que me voy a enterar. ¿Enterar de qué? En mi cabeza armé un sin fin de ideas, pero no consigo entender como después de tanto tiempo no me entero. ¿Qué pasó? No lo sé. Recorrí introspectivamente toda mi adolescencia buscando esa respuesta. Y no la encontré, pero me encontré con un amigo. Es un tipazo. Re simpático. Obviamente le pregunté.
Y me enteré. Finalmente me enteré de lo que ocurrió. Era tan elemental y tan básico. ¡Me siento tonto por no haberme dado cuenta antes! Ahora todo tenía sentido. Finalmente, todo tenía sentido. ¡Me siento un boludo!. Pero bueno, ya te vas a enterar vos también.